De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Diario independiente e indepenmuela. |
---|
Las noticias más estúpidas que jamás se hayan inventado. Increíble pero mentira. |
Sábado 10 de septiembre de 2016, Año 8 • Precio: Mil duro. |
Portada • Deportes • Celebridades • Ciencia • Ocio y aficiones • Política • Horroróscopo • Internacional • Latinoamérica • Sucesos • Nacional • Predicción meterrelojeroica • Cultura • Anuncios por palabra |
<<< volver a portada |
Científicos revelan nulos controles de seguridad pero admiten la gran tentación de hacer funcionar a la polémica máquina de mandinga.
Está llena de elementos explosivos y radiactivos, y muchos advierten sobre sus potenciales riesgos en el plano físico y químico. El Desdén y la desidia fueron la norma durante su proceso de construcción y hoy esta en medio de un núcleo urbano con millones de habitantes, esperando que algún temerario científico active a su mando de encendido, que no es más que una añeja palanca de cambios de un AMI 8 que fue recauchutada y adaptada al nuevo fin. La máquina polémica de Mandinga podría ser puesta en acción en cualquier momento y ya hay controversia.
Si el Colisionador de Hadrones, conocido entre los ignorantes, como la máquina de Dios, causó gran revuelo en la comunidad científica internacional, la denominada máquina de mandinga esta llamada a causar polémica sino destrucción. Los expertos apelan a fría terminología técnica al advertir que los controles de seguridad de este controvertido y peligroso artefacto , son peores que los de Homero Simpson en la planta nuclear de Springfield. Pero no se animan a vaticinar que tipo de daños podría ocasionar la máquina una vez activada. Algunos creen que podría volar todo a la mierda. Otros, que podría retroceder el universo en el momento en que el diablo metió la cola. La única teoría minímamente optimista es la que supone que la máquina esta tan mal construida que ni va arrancar, sin embargo, fuentes que lucen delantal blanco y que ostentan un título universitario en sus oficinas admiten que más de un científico se sale de la vaina por darle bomba y a ver que pasa. Los ciudadanos de a pie, al igual que cuando se inventó la rueda, vuelven a ser rehenes de la ambición salvaje de los sabios.
Autor(es):